Logopedia · Pedagogía · Psicología Psicomotricidad
La Logopedia en mi vida tiene la fuerza de un árbol de raíces profundas, de copa hermosa y frondosa.
Hace muchos años, realizando unas prácticas de estudio, la vida me regaló la oportunidad de conocer a un niño muy especial, un niño con una imposibilidad total para comunicarse. Ese niño me hizo sentir hacia donde quería dirigir mi vida laboral, sembrando en mí, la semilla de la Logopedia. Esta germinó, y poco a poco comenzó a crecer.
Tras un encuentro no casual conmigo misma, comienzo a entender de forma real, el significado de la Logopedia en mi vida. Comienzo a sentir con mucha fuerza mi entrega a la posibilidad de ayudar a los demás a comunicarse, a poder sentir y expresar sus necesidades y emociones. En este momento, no dudo en abonar ese pequeño árbol, no dudo en cuidarlo y darle el riego necesario para que se haga fuerte y hermoso ... así fue y así sigue siendo. La experiencia con cada uno de los “hablantes” que han aparecido a lo largo de mi trayectoria profesional, la entrega y el amor por mi trabajo, constituyen el abono y el riego.
Es el nacimiento de mi hija y mi relación con ella, la que me impulsa a construir un lugar de encuentro, un lugar donde poder repartir los frutos que crecen en el árbol de mi vida ... así nace Hablatescucho.
Cándida Borges
Logopeda
"Escucha" un equipo multidisciplinar, un equipo de profesionales con amplia experiencia en escuchar, sentir, acompañar y ayudar al "hablante".
Partimos de la convicción de que cada síntoma, si bien en ocasiones puede ser similar a la de otros, siempre tiene una manifestación singular. Singularidad que tenemos en cuenta a la hora de valorar cada caso, enriqueciéndonos mutuamente, con la visión específica de cada rama de trabajo y teniendo como objetivo un fin común, EL BIENESTAR DE LA PERSONA.
Orientamos nuestro trabajo en equipo y multidisciplinariamente, priorizando la individualidad de cada "hablante", para así implementar un dispositivo de trabajo de acuerdo a la dificultad en cuestión y circunstancia vital en la que se encuentra inmerso.
"Habla" toda aquella persona que quiera ser "escuchado":
- Los más pequeños en sus dificultades, ya sean en áreas educativas, de desarrollo o en áreas clínicas.
- Los adolescentes, sin convertirnos en sus jueces, simplemente acompañándolos desde la compresión y la armonía, en búsqueda de ir desentramando ese nudo que no les permite fluir en el río de la vida.
- Los adultos en cualquiera de sus necesidades personales y/o clínicas.
- Las personas mayores que requieren apoyo, en esas dificultades originadas de lesiones que son provocadas por el deterioro cognitivo y/o por la pérdida de sentido de sus vidas. Con nuestra entrega conseguimos: mejorar estas situaciones y trabajar sus capacidades cognitivas, ralentizando la pérdida de las mismas.